martes, 3 de enero de 2012

primitivo.

La fuerza de un beso, ese instante en que sientes que puedes tocar el cielo con las manos, la respiración acelerada al reposar mi cuerpo sobre el de él, el calor en las yemas de los dedos al acariciar su rostro, el éxtasis de su saliva, su torso cuando hace fuerza, el latido de dos corazones que se dejan llevar por la pasión,  el sudor debajo de las sábanas, su aliento en mi oreja y cuello. La historia de dos personas que sienten como si se fuera a acabar el mundo al día siguiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario